Translate

Thursday, January 13, 2011

"VALLA PARA LA HABANA"

Tengo que ser justa y confío serlo en lo que voy a expresar...

El Señor Max Lesnik y Alianza Martiana tienen derecho a alquilar una valla y poner en su contenido, lo que a ellos le venga en ganas.

También los residentes de Miami, tenemos el derecho de no querer la valla en nuestra ciudad.

Respeto el derecho de todos y la vieja costumbre de no herir susceptibilidades.

No creo que una valla en Nueva York, pidiendo perdón para Osama Bin Laden, caiga muy bien...estoy casi, y digo casi segura, que los Newyorkinos, la bajarían en menos de 24 horas.

Si alguna organización cree que los cinco cubanos, merecen libertad, después de haber hecho su trabajo de espías, del gobierno de La Habana…y a pesar del vínculo de uno de ellos, al derrumbe de las avionetas de Los Hermanos Al Rescate...es su derecho el simpatizar con ellos.

Estimo que en nuestra ciudad no nos gustan los terroristas exteriores, ni domésticos y por eso el gran letrero no tuvo una cálida acogida.

Igualmente es necesario esperar que cumplan sus condenas y si permanecen en cárceles, un día después de lo estipulado…que soliciten su liberación inmediata.

Como dicen los norteamericanos, ellos “tuvieron su día en corte”.

Que es mucho más, que lo que han tenido los presos políticos en Cuba.

A mí me gustaría poner una valla en El Malecón Habanero, pidiendo la excarcelación de los presos políticos y de consciencia...pero es sabido que el gobierno cubano no me lo permite…Me viola mis derechos de expresión, en la tierra donde nací.

Tengo el dinero para hacerlo y no tengo la necesidad de que me respalde una organización, es el derecho de un solo ciudadano, a decir lo que piensa portando un letrero.

Donde sería más efectiva la valla de Alianza Martiana...pues aun que de leyes, no se...imagino que después que un caso haya ido a la corte suprema, solo le resta un perdón presidencial.

Así que el lugar correcto sería frente a la Casa Blanca, donde nuestro presidente la pueda leer, cada vez que se asome a su ventana...y que sean los residentes de Washington D.C. los que decidan el destino de esta.

Tal y como mi valla surtiría mas efecto en La Habana, pues allí radican los que tienen encerrados a los prisioneros de consciencia por los cuales pediría libertad.

El derecho romano aquí se aplicaría muy bien...o mejor dicho el cubano, donde se cae el burro, se dan los palos.

En un programa radial de esta mañana, Max Lesnik dijo, que él solo quería, (con la valla), mejorar la imagen de Miami.

Me alegra que tenga deseos de que nuestra ciudad tenga una mejor imagen.

Pero esa, la dimos nosotros...los cubanos y no cubanos, cuando en forma muy pacifica...pedimos que se quitara. Aplicando las mismas leyes y derechos que se usaron para ponerla.

Yo no presencie a nadie tirando chapapote, ni excrementos...como nos han acusado en otras ocasiones. Ni vi a Vigilia Mambisa con una aplanadora, tumbando el letrero.

Se hizo uso de la razón, las leyes y la buena educación...eso dio una imagen de lo que somos, civilizados.

Me encantaría preguntarle algo a Alianza Martiana y sus líderes...me ayudarían ustedes a alquilar una valla en El Malecón de La Habana, para pedir libertad para nuestros presos políticos?

Tal vez ese detalle nos mejoraría mucho más la imagen de Miami!.

Invito a comentarios...


…Y PASA LA NOCHE.

3 comments:

Miriam De La Vega said...

No tengo nada que aportar, todo est► dicho. Mi opinión respecto al tema de la valla, está reflejada en tu artículo como en un espejo. Mis saludos.

Dino said...

Estimada amiga ,al final de su "Valla para la Habana" ,y esto se lo puedo jurar, me encontre a alguien ,que ya habia sustraido mi comentario, de todos modos,la felicito por tan detallada explicacion , que ciertos personajes no merecen , y que usted ,tan dulcemente le puso las castañas al fuego.todo esta dicho ,quemas puiddiera hacer que, felicitarle por tan clara alocucion al tema de la VALLA.

Secun.

Anonymous said...

Muy de acuerdo. Ahora, la referencia a La Habana ya sabemos que no podemos compararnos ni medirnos por la vara de una dictadura.