Cada día me convenzo más de que Dios escribe muy derecho…con renglones muy torcidos.
Lo que hace unos meses
nos hirió…nos dolió y nos hizo pensar que ya no quedaban personas leales,
decentes y amorosas…se ha convertido en inspiración para hacer de unos pocos…una
gran familia.
En medio de nuestras
penas por la decepción sufrida… a causa del perjuicio que alguien quiso aportarnos…con
una maldad muy rumiada, deliberada y muy bien ejecutada… hemos recibido uno de
los más maravillosos regalos que Dios nos quiso conceder.
En nuestros momentos más íntimos
de conversaciones, reciprocidad y oraciones…hemos logrado construir un hogar.
Quiero, sin permiso de
ellos…porque sé que no se incomodaran…llamarles por sus nombres y dejarles un
gran mensaje de amor…y un reconocimiento de fe… a esos seres tan sublimes que
la divina providencia ha querido reunir.
En Isa, he hallado una
hermana sincera, afectuosa, divertida y con una nobleza muy hermosa.
En Lulú, he encontrado
una hija…leal, con un amor muy especial y un respeto… que tal vez una verdadera
hija…no me hubiese brindado.
En Julito, un ángel
terrenal…lleno de ternura, sentimientos, cristiandad y una bondad sin límites.
Con muy pocos atributos…porque
sé que reúnen mucho mas que lo que yo puedo expresar…y además, tendría que
consultar el Diccionario de la Real Academia Española…he tratado de dejar
plasmado el concepto que tengo de ellos...tratando de retratar sus cualidades.
Hemos y hablo en plural…porque
sé que sentimos igual…encontrado una familia…la cual nos cuidamos, estamos
pendientes de las necesidades espirituales y físicas de cada uno…y velamos por
el bienestar de todos…como prueba queda la conversación tan hermosa que hemos
tenido hoy…y a pesar de la distancia…y por encima de ella…somos cuatro
corazones que latimos al unísono…y hasta adivinamos las angustias y las alegrías
de nuestras vidas diarias.
En pocas personas se hace
el milagro…de esos benditos sentimientos que hemos llegado a experimentar…con
el continuo intercambio nuestras vidas cotidianas. Con ese estar presente, cada vez que nos
necesitamos, con las sonrisas, los sueños y hasta las sanas irreverencias que
compartimos.
Que favorecidos hemos
sido…la vida nos ha puesto en un lugar muy privilegiado…y hemos sabido hacer lo
mejor de los días compartidos. Nos
necesitamos, nos respetamos y sabemos valorar las virtudes y porque no…los
defectos que podamos tener.
Hemos sido uno…en
oraciones…momentos difíciles y en las pequeñas alegrías del continuo vivir.
Por todo eso le doy
gracias a Dios…
Que siempre estemos
juntos…que siempre nos percibamos…nos respetemos y nos arrullemos…como lo hemos
hecho desde el día…que decidimos convertirnos en compañeros…llanos…sencillos…consanguíneos.
Gracias por las anécdotas,
chistes, maldades, por esa complicidad sana…que compartimos diariamente.
Que Dios nunca nos falte…pues
él nos ha querido juntar para que sepamos…que hay seres que valen la pena intimar,
disfrutar y llegar a amar.
En el juego de poquer de mi vida...me ha tocado la mejor carta.
...Y PASA LA NOCHE.